domingo, 12 de febrero de 2012

KATATAY













Oda al Jet



¡Abuelo mío! Estoy en el mundo de Arriba
sobre los dioses mayores y menores, conocidos y no conocidos.
¿Qué es esto? Dios es hombre, el hombre es dios.
He aquí que los ríos, los adorados, que partían el mundo, se han
convertido en el más delgado hilo que teje la araña.
El hombre es dios.
¿Dónde está el cóndor, dónde están las águilas?
Invisibles como los insectos alados se han perdido en el aire o entre
las cosas ignoradas

Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo: no os encuentro, ya no
sois, he llegado al estadio que vuestros sacerdotes, y los antiguos,
llamaron el Mundo de Arriba.

En ese mundo estoy, sentado, más cómodamente que en ningún
sitio, sobre un lomo de fuego,
hierro encendido, blanquísimo, hecho por la mano del hombre, pez
de viento.
Si. "Jet" es su nombre
Las escamas de oro de todos los mares y los ríos no alcanzarían a
brillar como él brilla.
El temible filo de nieve de las sagradas montañas, allá abajo
resplandece, pequeñito; se ha convertido en lastimoso carámbano*.
El hombre es dios. Yo soy hombre. Él hizo este incontable pez
golondrina de viento.

¡Gracias, hombre! No hijo del Dios Padre sino su hacedor.

Gracias, padre mío, mi contemporáneo. Nadie sabe hasta que
mundos lanzarás tu flecha.
Hombre dios: mueve este pez golondrina para que tu sangre
creadora se ilumine más a cada hora.

¡El infierno existe! No dirijas este fuego volador, señor de los
señores, hacia el mundo donde se cuece la carne humana;
que esta golondrina de oro de los cielos fecunde otros dioses en tu
corazón, cada día.

Bajo el suave, el infinito seno del "jet"; más tierra, más hombre,
más paloma, más gloria me siento; en todas las flores del mundo se
han convertido mi pecho, mi rostro y mis manos.
Mis pecados, mis manchas, se evaporan, mi cuerpo vuelve a la
dulce infancia.

Hombre, Señor tu hiciste a Dios para alcanzarlo, ¿O para qué otra
cosa?
Para alcanzarlo lo creaste y lo persigues ya de cerca.
cuidado con el filo de este "jet", más penetrante que las agujas de
hielo terrenas, te rompa los ojos por la mitad;
es demasiado fuego, demasiado poderoso, demasiado libre, este
inmenso pájaro de nieve.

Cuidado que tu hijo te envíe el latido de la muerte; la mariposa que
nació de tu mano creadora puede convertir tu cabeza en cenizas.
Oye, hombre, ¡entiéndeme!
Bajo el pecho del "Jet" mis ojos se han convertido en los ojos de las
águila pequeña a quien le es mostrado por primera vez el mundo.
No siento temor. Mi sangre está alcanzando a las estrellas;
los astros son mi sangre.

No te dejes matar por ningún astro, por este pez celeste, por este
dios de los ríos que tus manos eternas fabricaron.
Dios Padre, Dios Hijo, dios Espíritu Santo, Dioses Montañas, Dios
Inkarrí: mi pecho arde. Vosotros sois yo, yo soy vosotros, en el
inagotable furor de este "Jet”.
No bajes a la tierra.

Sigue alzándote, vuela más todavía, hasta llegar al confín de los
mundos que se multiplican hirviendo, eternamente. Móntate sobre
ellos, dios gloria, dios hombre.

Al Dios que te hacía nacer y te mataba lo has matado ya, semejante
mío, hombre de la tierra.
¡Ya no morirás!

He aquí que el "jet" da vueltas, movido por la respiración de los
dioses de dioses que existieron, desde el comienzo hasta el fin que
nadie sabe ni conoce.

*Carámbano: Pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo que se va formando al helarse el agua que gotea.



**Yawar Fiesta de Oswaldo Guayasamín.

No hay comentarios: